Reparar pequeños electrodomésticos de cocina es una cuestión que a menudo nos sume en un mar de dudas… ¿Cuánto cuesta arreglarlos? ¿Sale a cuenta? ¿Qué pequeños electrodomésticos de cocina merece la pena reparar?

No es fácil tomar una decisión, porque son muchos los factores que influyen en acertar al hacerlo: la edad del aparato, la calidad del mismo, en qué fase está teniendo en cuenta su vida útil, el uso que le damos… Y finalmente, pero no menos importante, si al reparar pequeños electrodomésticos de cocina reducimos el número de residuos y contribuimos de algún modo a la sostenibilidad del planeta. Es un criterio más a tener en cuenta hoy día…
Reparar pequeños electrodomésticos de cocina: cuándo sí, cuándo no…
En conciencia, ya sólo el último de los argumentos (el ecológico) debería bastar para decidirnos arreglar pequeños electrodomésticos, en lugar de comprar un aparato nuevo (en nuestro país, por desgracia, sólo el 10 por ciento de los aparatos eléctricos se recicla…).
Pero como el bolsillo manda, veamos en qué casos verdaderamente merece la pena la reparación de pequeños electrodomésticos en Madrid y otras comunidades (nos circunscribimos a España, que es nuestro medio en este blog).
Resuelve la ecuación: Coste del arreglo / Vida útil / Precio de nuevo
Una buena forma de establecer la conveniencia de reparar pequeños electrodomésticos de cocina, o no, es saber en qué momento de su vida útil está. Si tiene menos de la mitad del tiempo que suelen durar ese tipo de aparatos, calcula si el coste de la reparación será menos de la mitad de lo que cuesta nuevo. Si es así, no lo dudes, y acude a una tienda de reparación de electrodomésticos, porque te va a merecer la pena. La mayoría de las veces se trata de pequeñas piezas que hay que renovar, y cuyo recambio es barato y fácil de encontrar.
Un caso especial: cuándo reparar el microondas
Nos encontramos ante uno de los electrodomésticos de cocina básicos de la vida moderna, un imprescindible que vale la pena reparar en algunos casos, pero no en otros, ya que tiene peligros a menudo desconocidos por el gran público.

Por ejemplo, vale la pena arreglar el microondas si no funciona porque la puerta ha dejado de ajustar (quizá la solución sea tan sencilla como cambiar la bisagra), si no se ilumina al ponerlo en marcha o en caso de que el panel táctil no funcione adecuadamente.
¿En qué casos el microondas está ya obsoleto…? Mejor desecharlo si hace ruidos durante el funcionamiento o al accionar el botón de encendido, o bien los tiempos reales de funcionamiento no coinciden con los que marca la rueda o el panel digital. Recuerda que las microondas emiten radiaciones que pueden ser perjudiciales para la salud si salen al exterior. Atento a las pequeñas grietas o si sale aire por delante de la puerta.
Para que hagas tu cálculo, la vida media de un microondas es de 9 años; según qué marcas, entre 7 y 11 años. (Aquí puedes ver un interesante informe de la OCU sobre las marcas de electrodomésticos que más duran).
Tostadoras, cafeteras, batidoras…
La misma ecuación aplica para pequeños electrodomésticos como tostadoras, cafeteras, batidoras, exprimidores y licuadoras, entre otros… Piensa en la calidad del aparato, o si hay algo especial en él, como por ejemplo, su estética retro (en las fotos puedes ver varios modelos), por la que te animaste a hacer un mayor desembolso de dinero…
Luego piensa en los años que has disfrutado de él, y en el uso que le das: quizá ya no merezca la pena reparar aquella vieja yogurtera o la licuadora que ya no utilizas, pero sí una buena batidora, cafetera o tostador…

Llévalo a un técnico especialista en la reparación de electrodomésticos y pregúntale su opinión. Ellos suelen saber qué piezas son más susceptibles de estropearse en cada aparato y cuáles son tan baratas y sencillas de reponer que realmente merece la pena cambiarlas y volver a disfrutas de tu pequeño electrodoméstico como si fuera nuevo.
Cómo deshacerse de los electrodomésticos
Si finalmente la única opción es desechar, en vez de optar por reparar pequeños electrodomésticos de cocina, has de saber que muchos de sus componentes se pueden reciclar. Para ello, consulta los puntos limpios de tu municipio y llévalos allí cuando ya no sea posible darles una segunda oportunidad.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Has llevado alguna vez a reparar pequeños electrodomésticos?
Fotos: Smeg y Viceversa